Jean-Hubert Martin, definició d’art

revista-minerva-2012

“Entre las ideas y los objetos” és el títol de l’entrevista que Eva Fernández del Campo fa a Jean-Hubert Martin, que és comissari independent i ha estat director d’un munt d’institucions artístiques, com ara el Centre Georges Pompidou o la Kunsthalle de Berna. L’entrevista la trobareu al darrer número de la revista Minerva, que publica el Círculo de Bellas Artes i que m’ha arribat per cortesia de la seva directora Carolina del Olmo (Gràcies!).

Aquí teniu un fragment. L’entrevista completa mereix una lectura atenta: el que diu el Sr. Martin és força assenyat.

“¿Considera que el arte debe tener un propósito?

Creo que es un tema con el que hay que ser muy prudente. Cada época trata de dar su propia definición del arte. Cuando yo era estudiante, una de las definiciones más habituales era que el arte se caracterizaba por no tener finalidad ni uso práctico. Sabemos, sin embargo, que esto no es verdad, ni siquiera en el caso del arte europeo y mucho menos en el caso de otras culturas. Art that Heals era algo diferente. Había invitado a Magicians de la Terre a Joe Ben Junior, un magnífico artista navajo que hace pinturas de arena. Siempre me ha asombrado que no tenga ningún reconocimiento en EE UU. He intentado varias veces sin éxito que el Whitney Museum le invite. A fin de cuentas es un museo de arte nacional, y sería una oportunidad estupenda para ellos contar con un artista indígena de tanto talento. Cuando se planteó esta pequeña exposición, pensé que era una oportunidad de hacer que Joe Ben exhibiera en Nueva York. Así que construí el resto de la exposición en torno a su obra. El hilo conductor era la idea del artista-chamán. Estas pinturas que los navajos crean en sus rituales curativos se utilizan colocando a la persona enferma o con problemas en el centro de la pintura. Por supuesto la pintura de Joe Ben es diferente, porque él no quiere cometer un sacrilegio. De modo que usa los motivos, el estilo y las formas, pero no reproduce en el contexto de una galería lo que su padre elaboraba en los rituales.

Hay quien piensa que el arte puede cambiar el mundo. ¿Cree en la idea del arte políticamente comprometido?

No creo que el arte pueda cambiar el mundo. No, al menos, directamente. En todo caso puede ayudar a cambiar la forma de pensar. El arte es un medio conductor, un vehículo para las ideas, que puede llegar a ser muy potente. Puede ayudar a que la gente reciba ideas nuevas y rompa con las ideas convencionales. En Occidente ha habido mucha fantasía acerca de lo que se ha llamado «arte político». He colaborado en un par de exposiciones con Hans Haacke, que es alguien que trata de política de la manera más seria. Lo respeto, porque para cada pieza hace muchísima investigación y siempre logra dar en el clavo. Pero también hay un montón de arte político que francamente… es regular. Al mismo tiempo, me indigna que no se entienda que parte del arte australiano aborigen es claramente político. Lo que pintan estos artistas es su territorio. Y muchas veces, como no tienen escrituras de propiedad, presentan esas pinturas en el juzgado para reclamar sus posesiones. Esto es realmente arte político. Esta gente lucha por su tierra, por su vida, sin embargo nadie aquí considera que eso sea política. Cuando se habla de arte australiano aborigen siempre se habla de vaguedades místicas: la naturaleza, los dioses, el retorno a la tierra… Un montón de trivialidades new age.”

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